Matar al arbolito

ODIO ARMAR EL ARBOLITO

Las casas convertidas en Alparamis. Las compras desenfrenadas y que en la heladera no entre nada. La insistencia en el estado eufórico de alegría, real o simulado. La actitud Brady Bunch. Los llamados telefónicos que no pasan del "felicidades". Odio que pasen todo el santo día películas navideñas. Odio las películas navideñas. Las publicidades de actores que llaman a hacer caridad en las fiestas. Las conversaciones obligadas de futbol-política. Los turrones duros, y el maní rancio. La fresita. La yanquilización de una fecha religiosa. Que intenten tirarme el tapón de sidra al ojo al grito de "tiene novio". No me gusta esperar hasta las doce. La pirotecnica que sólo es ruido sin fuegos artificiales. Los tios piolas disfrazados de papá noel. El trencito de la alegría con papá noel incluído. Cambiar regalos. Y que todo se repita el 31 y el 1

ODIO DESARMAR EL ARBOLITO

Por más que se vista de seda

En el marco del movimiento de la Liberación Femenina,
exponemos un conflicto de larga data.
Por qué no hay monaguillos mujeres? Por qué?
Y de haberlos, como se llamarían? Monaguillas? Monageishas?

B A S T A

No vamo´a trabaja´

La biblia y el manifiesto de la generación sindicalista.
En esta novela se narran los piquetes enloquecidos, a bordo de camiones prestados y palcos desvencijados, de Luis Delia el mítico dirigente, el héroe de todos los piqueteros,«un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Hugo Moyano, recorriendo el país. Tinto, chori, pan y circo.

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Dedicado a... todos los que me conocen.