El minotopo

Casi no podía subir al colectivo, caminaba destartalándose y hablaba con dificultad. Pidió su boleto y se sentó. No le presté atención hasta segundos más tarde. Noté que tenía unos anteojos de una graduación 6 o superior. Sacó un libro de su portafolios y una lupa. Con una mano sostenía el libro y con la otra la lupa. Avanzaba renglón por reglón frenéticamente con su lupa que le iluminaba los caracteres. Y gesticulaba las palabras en silencio. Esto debe ser sumergirse en un libro.